La crisis económica provocada por la pandemia de covid-19 ha sido brutal para la mayoría de las personas, pero no para todos. A nivel de las finanzas personales, expertos advierten que este es un buen momento para replantearse lo que hacemos con nuestro dinero, tanto del punto de vista del pago de deudas, como del ahorro…
La crisis económica provocada por la pandemia de covid-19 ha sido brutal para la mayoría de las personas, pero no para todos.
A nivel de las finanzas personales, expertos advierten que este es un buen momento para replantearse lo que hacemos con nuestro dinero, tanto del punto de vista del pago de deudas, como del ahorro y la inversión.
Y aunque las prioridades dependerán de la situación individual, seguir estos pasos puede ayudarte a visualizar mejor tu futuro y la manera en que fijas tus metas.
Lo que recomiendan los expertos es fijarse metas para el mes, para el año y para el largo plazo. Es recomendable dejarlo por escrito para que lo puedas revisar cada vez que pierdas la brújula.
Los objetivos financieros pueden ir desde recuperarse del impacto financiero de los últimos meses, conseguir un trabajo extra para complementar tu ingreso actual, buscar dónde están las tasas de interés más convenientes para reestructurar tu deuda, aumentar tu nivel de ahorro, cambiarte de trabajo o, por ejemplo, emprender.
Esta herramienta es el paso que te permite llevar a la práctica las ideas que dan vueltas en tu cabeza. Sin un presupuesto, es muy difícil llegar a la meta financiera si no tienes el control de lo que haces cotidianamente con tu dinero.
Cuando ya definiste tus objetivos y elaboraste un presupuesto, viene el siguiente paso: ahorrar.
En tiempos de pandemia, la incertidumbre financiera crece, y no estamos seguros de si nos renovarán el contrato o si los clientes volverán a demandar nuestros servicios o productos. Por eso, ahora más que nunca vale la pena tener un colchón que te pueda cubrir ante una emergencia.
El monto de lo que ahorras no es lo fundamental. Lo que más importa es hacerse el hábito.
La idea es partir de a poco y aumentar la meta según como evolucionen tus circunstancias. No importa el monto, lo que más importa es hacerse el hábito. «Es como salir a correr».
Junto al ahorro, está el tema de la inversión. Lo primero es darle una mirada a las tasas de interés en tu país para analizar en qué medida te conviene guardar el dinero en el banco o invertirlo.
«Invierte en activos que realmente entiendes y con un monto que estás dispuesto a perder. No asumas riesgos con dinero que necesitas«.
La otra recomendación es arrancar de a poco y diversificar las inversiones, para evita una pérdida total cuando un activo se desploma.
Y aunque la rentabilidad más alta es tentadora, siempre que hay que tener en cuenta que a mayor rentabilidad corres más riesgo. Eso ocurre, por ejemplo, con las criptomonedas.
Fuente: BBC NEWS